“JOSEFINA UNA NIÑA FUGITIVA”
Era
un martes cualquiera cuando Josefina, una niña de apenas unos cinco años, pedía
permiso a su madre; quien por cierto se encontraba en un profundo sueño; para
ir a la casa de su mejor amiga a jugar, lo hacía una y otra vez, pero ésta en
medio delirando le respondía con una negativa; la niña cansada de hacerlo se dispuso a jugar, pero sola, así
que rápidamente se aburrió; entonces una idea llegó a su cabeza; iría a la casa
de su amiga, solo por un momento mientras su madre dormía, no se daría cuenta,
que de malo podría sucederle.
Así
que la niña cuidadosamente salió de la tienda y se fue corriendo, en el camino
la “señito”; una señora de ya unos 45 años medio y un lunar en la cara, el cual
se movía cada vez que ella hablaba, ella era vecina amiga de su madre; le
preguntó: - ¿Josefina a dónde vas?; entonces la pequeña asustada comenzó a
caminar más a prisa para que no la descubrieran; ya cruzando el pequeño espacio
deportivo de la cuadra, sintió que sus zapatos se llenaban de arena, esta le
incomodaba pero igual continuó. De pronto llegó a la municipalidad y al
pasar por ahí tuvo como una especie de
miedo, pues su padre se encontraba ahí y si la veía, entonces estaría en serios
problemas, empezó a correr y correr pues aún le quedaba un largo camino;
llegando un poco agitada a la casa de su amiga, la cual se llamaba Esther, era
alta, de tez blanca, ojos cafés y muy noble, era mayor que Josefina por unos
cinco años, pero igual se llevaban bien, ella en otras palabras era como una hermana
mayor para ella.
Al
llegar a la casa, sintió un poco de frescura y vio que el gras del jardín
estaba muy bonito, es más era perfecto como para jugar ahí, estaba de un verde
intenso y era bien cómodo lo sentías con tan solo tocarlo. Luego fue a tocar la
puerta, se oía que dentro de la casa miraba la televisión, de seguro la mamá de
Esther cumplía con su horario de televisión, ya que siempre veía sus novelas de
dos a cuatro de la tarde ni un minuto más ni uno menos, entonces hoyó unos
pasitos pequeños, sabía que eran de Antonio el hermanos menor de Esther, él era
un niño de dos añitos, extrovertido y muy juguetón, no había ni un solo día en
que no hiciera sus travesuras. Tocó la puerta y la señora Rosa; que así se
llamaba la madre de su amiga; le abrió la puerta preguntándole: - ¿Hija tu
madre te dio permiso para venir aquí?; era una mujer alta, por lo que se puso
de cuclillas para interrogar a la niña, Josefina un poco nerviosa contestó: - Si, mi mamá me dijo que viniera a
jugar; la señora notó algo extraño en la actitud de la niña, pero igual la dejó
entrar pues era una niña que nunca mentía, al menos hasta ese momento.
Ya
dentro de la casa, vio que Esther estaba sentada tomando su leche; siempre
tomaba un vaso y media hora después comía una manzana, la madre de ella decía
“no quiero unos niños anémicos”, por lo que los alimentaba de esa manera;
Josefina le contó a su amiga que se había escapado y que tenía mucho miedo, no
le gustaba que su mamá se quedara sola en la tienda, Esther le dijo que volviera
a su casa pero que antes jugaría un juego solo uno y era el “lechero”, la niña olvidándose
del miedo aceptó y fueron a jugar atrás de la casa por donde estaba la
lavandería, este lugar era como un patio pues habías gras, los caños eran un
poco chatos y eso le convenía a Josefina, quien jugaría con agua. Empezaron el
juego llenando las cubetas de agua, Esther fue a coger hojitas para ponerlas
sobre el agua para que flotara tal cual
pareciera la nata; la niña mayor vendería la leche y Josefina sería una compradora,
su convicción para con el juego era tal que parecían dos señoras de verdad;
luego de jugar a eso decidieron jugar al
carnaval y entonces pequeño vestido de
la niña se mojó, este era uno de color marroncito con unos tirantes los cuales
al amarrarse quedaban en un lazo, era el favorito de Josefina, que haría, su
madre de seguro la castigaría y no la dejaría ir otra vez a la casa de Esther.
Fue entonces que terminó la novela de la señora Rosa, por lo que fue a ver que
estaban haciendo las niñas; al encontrarlas completamente mojadas les requintó
y dijo: - Niñas, que hicieron, Josefina ¿qué va a decir tu madre?, ¡niñas se
van a resfriar…! , vayan al cuarto de Esther para que se cambien, ella tiene un
vestido que te quedará. Fueron al cuarto de Esther y esta le prestó un vestido
a la niña era muy bonito y lo mejor le quedaba; después salieron y empezaron a
planchar el vestido de Josefina, para que así secara más rápido, lo
consiguieron; entonces la señora Rosa les sirvió yogurt frutado, comieron
tranquilas conversando.
Mientras
tanto la mamá de Josefina, al despertarse se dio cuenta de que no se encontraba
su pequeña hija, se alarmó mucho y pensó lo peor; pues era treinta de agosto,
tiempo por donde Pozuzo se llenaba de gente extraña es decir de turistas,
muchos de los cuales eran extranjeros, de seguro se llevarían a su pequeña y la
venderían o que sabe Dios le harían. Entonces entre sollozos llegó a la
municipalidad, lugar de trabajo de su esposo, para pedirle que la ayudara a
encontrar a su hija, él alarmado pidió ayuda al alcalde de ese entonces, el
señor Carlos Gstir, como era su amigo lo ayudó. Empezaron la búsqueda mandando
policías para las combis y carros que salían del pueblo, la mayoría de los
amigos de los esposos ayudó, la madre de Josefina andaba en una moto con su
amigo buscando a su hija, el padre de la niña hacía lo mismo con otro amigo,
buscaron por todo el pueblo incluso en los hostales, pero se olvidaron de un
lugar importante donde la pequeña pasaba gran parte del día, es decir la casa de
Esther.
Luego
de casi dos horas de búsquedas no la hallaban, entonces el señor “Gato”, le
decían así pues sus ojos eran de un azul profundo y se asemejaban a los ojos de
ese animal; preguntó: - Señores perdón por la interrupción; pero Josefina ¿no
tiene amiguitas donde pudo haber ido? Entonces la señora se recordó, de la casa de Esther y fueron. Efectivamente
la niña se encontraba ahí, al tocar la puerta salió Josefina, su madre entre
sollozos la abrazó muy fuerte y dijo: - hija mía me tuviste con el Jesús en la
boca, ¿por qué te fuiste sin avisar? Ya por la tarde se quedaron ahí, la madre
de Josefina conversaba con la señora Rosa, mientras que Esther y la pequeña
jugaban en el patio delantero, era una tarde perfecta, el gras resplandecía más
que otros días y el cielo era de un azul perfecto.
Alexandra
Melissa Carrera Carrión
“LO QUE PASÓ CON LA YUCA”
(Relato
Mágico)
Los
abuelitos del distrito de Pozuzo,
contaban una relato muy misterioso el cual ocurrió cuando los colonos
austro-alemanes vivían incomunicados y lejos de la realidad social del Perú.
Desplazarse del pueblo a otras ciudades era muy difícil imagínate que para
trasladarse a la provincia de Oxapampa era un día y medio por si es que querían
ir por Huánuco era el mismo trayecto y tiempo; por lo que las amas de casa
pozucinas tenían que ingeniarse para preparar sus alimentos.
En
esos tiempos vivía la familia Schuler Gstir, conformada por don Agustín Schuler
un hombre corpulento y muy bruto para con el trato hacia los demás, doña
Katherina Gstir, una señora joven, muy divertida y ocurrente.
Ambos
esposos tuvieron dos hijos Rebeca y Andrés, ambos mellizos, estos hermanos
tenían una buena química, tenían alrededor de trece años, además les gustaba
trabajar en la chacra de su padre.
La
familia plantaba mucha yuca para venderla al pueblo y así obtener un poco de
dinero para mandar a hacer sus compras con don Juan uno de los miembros del
pueblo que viajaba cada dos meses para hacer algunas compritas; o también
intercambiaban este tubérculo con otros alimentos que producían sus
vecinos tales como arroz, maíz, dulce de
caña y otros más; eran los principales proveedores de este alimento para con el
pueblo, sus plantaciones de yuca eran inmensas alrededor de cuatro cuadras, el
terreno estaba dividido entre yuca recién plantada, otra parte yuca tierna y el
mayor de los espacios para la yuca madurita. Si llegaba algún extraño al
pueblo; cosa muy extraña; preguntando por yuca los mismos pobladores te respondían “vaya donde los Schuleryuca”, apodo muy
conocido para esta familia los hermanos les decían “el par yuquita”.
Así
anduvo el tiempo, hasta que un día al amanecer doña Katherina mandó a su hijo
Andrés a coger yuca para su desayuno, el chico aminó alrededor de quince minutos
hacía donde estaban sus plantaciones, cruzó el pequeño riachuelo, hoy conocido
como Río Límite, siguió caminando por el pequeño trecho pero ¡Oh! Sorpresa, al
llegar a las plantaciones de yuca madurita estas en su gran mayoría estaban
cosechadas, ¿cómo pudo ocurrir esto?, se decía así mismo; al anochecer no creo,
aquí no hay luz; entonces el pequeño alarmado corrió donde su padre para
informarle lo encontrado, corrió y corrió, sin importarle si le dolían los pies
o no, con la preocupación era inmune a todo.
Al
llegar a su casa, don Agustín al ver a su retoño asustado le preguntó: -¿Hijo
qué te ocurrió?, tienes la cara de haber visto al mismo Judas calato. Entonces
Andrés asustado le contó todo lo visto en su chacra.
El
señor al escuchar atentamente a su hijo, se quedó asombrado, pues cómo podía
haberse desparecido tanta yuca en una sola noche y al principio no creyó lo que
estaba escuchando así que preocupado corrió hacia sus plantaciones para
confirmarlo.
Al
ver el lugar, don Agustín notó que había
algo muy raro en el lugar, ya que la yuca arrancada parecía tener la forma
de un círculo; ya por la tarde todo el
pueblo se había enterado de lo sucedido y se encontraban en lugar curioseando.
Entonces
en medio de las conversaciones se plantearon tres posibles causas de lo
ocurrido y estas las dijeron los siguientes señores.
Don
Manuel Echevarría, fiel católico y uno de los miembros más respetados de la
iglesia pozucina, era un hombre alto de cabellos blancos y regordete,
manifestaba que esto era producto de la señal de la venida de Jesús, y que
debían de ir a confesarse, es más debían de apegarse más a la iglesia, decía: -
Queridos hermanos estamos a tiempo del
cambio.
El
señor Josué Kroll, uno de los más grandes cazadores del pueblo, un hombre
fortachón y que en su corazón se quedaba la incógnita de el por qué él no había
ido a la segunda guerra mundial, tendría sus treinta años y era un fortachón;
decía que lo sucedido, fue hecho por los nativos, quienes se estaban vengando
de ellos porque habitaron esta parte de la selva sin su consentimiento, que se
tendrían que preparar para una posible guerra, pues pronto vendrían a matarlos.
Mientras
que doña María Gstir, prima hermana de doña Katherina, les contó que ella en la noche había sentido como un pequeño
temblor y que al salir de su casa para ver qué era lo ocurrido, vio como una
tremenda luz la cual descendía desde el cielo hacia la chacra de don Agustín,
entonces ella alarmada se escondió detrás de su trapiche para continuar
observando, esa luz continuó sobre el terreno por casi una hora. Nadie le creyó
pues ello era imposible y la catalogaron como la chifla de la luz.
Todos
estaban asustados pues eso nunca había ocurrido; pasaron las semanas y no se
encontró una justificación para lo ocurrido.
La
familia Schuler volvió a plantar en ese lugar, haciendo caso omiso a lo
recomendado por el pueblo manifestando: -Dios
es grande y él nos cuidará. La gente del pueblo poco a poco se fue
olvidando de lo ocurrido. Solo algunos que tienen en mente este suceso se
preguntan: ¿Y DÓNDE ESTA LA YUCA?
Alexandra
Melissa Carrera Carrión
“TRAPICHE OCIOSO”
(Cuento
tradicional)
Seguramente
te estarás preguntando por que se llama esta historia el trapiche ocioso, bueno
ya lo irás entendiendo a través de los sucesos que te estoy a punto de relatar
esta historia. Este relato es uno de los más importantes del pueblo y a la vez
olvidado. Este suceso tiene lugar en aquellos tiempos en los que Pozuzo vivía a
su suerte olvidado por el gobierno peruano; donde todos se las tenían que ingeniar
aprovechándose de las bondades de la sabia naturaleza, las amas de casa se las
tenían que ingeniar para ver que potajes preparar y conseguir sus ingredientes
necesarios, si bien es cierto Alemania y Austria tienen otros productos de los
cuales alimentarse,
y la NUEVA TIERRA PROMETIDA tenía otras bondades que
aprovechar.
En
aquellos tiempos vivía la familia Schmidt Vogt, liderada por el patriarca
Thomas, un hombre de unos cuarenta y cinco años, con un bigote sobre su boca de
cabellos marrones, y de tez blanca, sus ojos eran de un color verde oscuro y la
forma de su cara era redonda, era muy alto y corpulento, su forma de ser era
como la de un niño puesto que creía saberlo todo y a la vez no sabía nada,
decía los dichos a su manera, es decir mal dichos, la matriarca se llamaba doña
Sofía Vogt, una señora de unos 40 años era muy hermosa, sus pestañas eran muy
encrespadas hacia arriba y estaban muy pobladas, sus cabellos eran de un
castaño claro casi tirando para el rojizo, su estatura era mediana y sus ojos
eran de un celeste claro, ah por cierto también era de tez blanca. Ambos
esposos habían tenido tres hijos, el mayor de todos se llamaba Jefferson y
tenían unos 18 años, la que le seguía se llamaba Isabela una chiquilla de unas
dieciséis primaveras, andaba en amores
con Gabriel hijo del compadre de su papá, y por último tenemos a Joselito el
más pequeñito tenía tan solo unos tres añitos.
Esta
familia vivía unida y divertida por las ocurrencias del patriarca. Cierto día
en el desayuno, Joselito se puso a llorar y llorar, cuando le preguntaron por
qué lo hacía, él entre sollozos respondió a su familia, - Es que
el café está muy amargo, ya no quiero seguir tomando esto; claro en el dialecto
de niño que tenía; su padre al escucharle esto le respondió tranquilo mi hijo Dios abraza pero no ahorca, todos se
rieron en la mesa al escuchar las palabras de don Thomas, y prosiguieron con el
desayuno; pero había alguien en la mesa que no estaba tranquilo, era don Thomas
quien se había quedado pensando cómo hacer otro tipo de dulce, para así darle
algo por qué sonreír de verdad.
Todo ese día estuvo meditando sobre ese tema, hasta
que por fin; ya de noche cuando todos dormían se sentó y dijo Trapiche, su esposa se levantó y le dio
un lapazo en la cabeza diciendo: -¡despierta Thomas deja de hablar
incoherencias!, a lo que este molesto contestó no estoy durmiendo estoy más
despierto que un pavo a las cinco. Thomas había encontrado la solución a la
falta de dulce en el café, no solo en el café esto revolucionaría la cocina de
los pozucinos.
Entonces se volvió a dormir un poco más tranquilo
sabiendo que a todo el problema del dulce en Pozuzo tendría solución. Ya al
alba se despertó, ni bien cantó el gallo y fue a cortar árboles, su esposa esta
vez se preocupó, no le daba miedo que le podría pasar algo por despertarse tan
temprano, pues lo raro era que su esposo se había despertado tan temprano para
trabajar, de seguro estaría loco un
hombre como Thomas siempre se despertaba a eso de las ocho de la mañana.
Ya a las siete al despertarse Joselito; el pequeñín
como lo llamaba su padre; todos lo mandaron a preguntar a su padre que era lo
que estaba haciendo, puesto que cuando el patriarca estaba de mal humor siempre
tenía un poco de paciencia para con él. “El pequeñín” al estar cerca de su
padre le preguntó: -¿Papi que es lo que estás haciendo? Entonces este le
respondió, Joselito estoy haciendo una máquina para hacer dulces, ve a casa a
comer. Al volver contó lo hablado con su
papi a los demás, la primera en opinar fue Isabel ella dijo: - Ahora sí que
enloqueció de verdad, qué haremos, el loquero está en Jauja; luego habló
Jefferson el cual dijo: -No creo, yo sé que mi padre está trabajando en algo,
no digan eso, y por último habló doña Sofía la cual dijo: - Dejen a su padre
que continúe con lo que está haciendo, si está loco que lo este, lo bueno es
que ya no va a causar estragos por la casa, luego se retiró de la sala, una
modesta con cuatro sillas de maderas con unos detalles bien hechos; si había
algo que destacar de don Thomas era su gran desempeño con la madera, hacía
maravillas con esta.
A la semana de empezado su trabajo, don Thomas terminó
su trabajo diciendo, al que se despabilara tarde Dios lo ayuda, todos en la casa se
burlaron de lo dicho pero al llegar donde se encontraba la nueva máquina se
quedaron asombrados, todos menos Isabela, quien en uno de sus encuentros
amorosos con Gabriel se tropezó con aquella máquina y se retiró, ambos no
sabían que esa pequeña travesura causaría grandes estragos; don Thomas les
dijo, quería ver a mi familia sonreír de verdad, así que construí esto lo llamo
el TRAPICHE, Jefferson podrías
traerte a Clorinda, esta era su burra, el chico obediente fue por el animal
luego don Thomas amarró a la burra a su nuevo invento y le dijo dale vuelta amiga
esto no me debe fallar; luego agarró una caña y la puso en medio de dos grandes
tuercas de madera, en eso algo sonó muy fuerte, al parecer algo dentro de aquel
inventó se destornilló, todo el pueblo corrió a ver, y le preguntaron a don
Thomas que era lo que ocurría y este le respondió: ES QUE EL TRAPICHE ESTÁ OCIOSO, entonces se dispuso a arreglarlo y
lo probó otra vez. Y ahora empezó a salir como un jugo de la caña, al probarlo
todos dijeron que maravilla, y la mayoría del pueblo dijo que quería que les
vendiera aquel líquido, entonces empezó el negocio de la caña de azúcar para
aquella familia, y si alguien quería dulce todos le respondían: VAYA DONDE EL TRAPICHE OCIOSO.
Alexandra
Melissa Carrera Carrión
“ISABELA Y AQUEL
SUEÑO”
(Cuento Ambiental)
Isabela era una pequeña osa de unos doce años, era muy
noble y humilde, le gustaba apoyar a los
demás. Cierto día a su clase de ciencias entró un profesor misterioso y serio, al
principio su presencia impactó a todos, posteriormente empezó a hablarles sobre la contaminación
ambiental y lo que pasaría en el lugar si continuaban contaminando; los catorce
alumnos no le prestaron atención, al principio lo hizo Isabela pero luego se
aburrió y ya no le hizo caso. Mariano, uno de sus compañeros, quien le va a
hacer caso a ese hombre si él es hombre igual que nosotros como podría saber lo
que sucederá de aquí unos años.
Pero lo cierto era que Isabela se había quedado
pensativa con la clase de ese día, al llegar a su casa le preguntó a su madre:
- Mami. ¿Tú sabes lo que es contaminar? Entonces ella con un tono de ignorancia
respondió: - Dicen que el agua se va a acabar, por eso que tú me preguntas, mentira en el mar hay mucho
agua como se va a acabar eso.
Esa noche la niña se quedó dormida pensando eso y tuvo
un raro sueño a la mañana siguiente se levantó asustada y sudando al verla así
su madre le pregunto qué era lo que le
ocurría y ella le platicó lo siguiente: - Madre anoche tuve un sueño horrible,
soñé que me encontraba en un túnel profundo y que al cruzarlo, me encontré con
el profesor que había hablado en el colegio el cual le dijo que lo siguiera,
luego de un largo camino llegué donde estaban un montón de mujeres enfermas y
con el cabello rapado, las cuales al meter su ropa al agua veían como se
deshacía, luego miré con concentración el río y este estaba de un color
negruzco.
Su madre le dijo
que tontería me habrás visto para que sueñes eso, Isabela medio asustada fue a su colegio, y
ese día volvió el profesor que había hablado sobre contaminación, esta vez lo
escuchó atentamente y preguntó mucho. Al final se quedó en contacto con aquel
profesor. Ese sueño le sirvió como una ayuda para descubrir su verdadera
vocación pues al terminar sus estudios secundarios ella estudió Ingeniería
Ambiental, al volver a su pueblo con la ayuda de ONG al favor del ambiente
concientizó a la gente de su pueblo. Ella fue una de las personas que incentivó
el cuidado del ambiente en su localidad. Actualmente su zona se encuentra como
una de las más limpias del país, el pueblo se llama Pozuzo.
"EL MATRIMONIO EN EL 1990"
(Cuento adaptado)
Era el
inicio de una vida sana en Pozuzo, en donde los colonos llegaron a Pozuzo por
primera vez; en ese entonces todo era tranquilidad y paz ya que estos colonos
que vinieron de Alemania tenían que ser de buen carácter, con buenos principios
y sobre todo muy cristianos.
Entonces llego el tiempo de Antonio
un chico muy trabajador, tranquilo que se enamora de margarita que era muy hermosa;
que casualidad se daba que Antonio iba a la casa de los futuros suegros, con múltiples
pretextos, ya por semilla de maíz, arroz, plantas de yuca, plátanos, pitucas.
Mientras el
jovencito en este caso Antonio hacia sus primeras pruebas por conquistar a margarita,
los viejitos ya estaba de regreso, ya que a este jovencito no le hacían falta
semillas ni plantas de nada, sino que lo
hacía con tal de ver a Margarita. Pero
sus padres de la chica no le decían nada a Antonio ya que querían ver hasta
donde era capaz de llegar el muchacho, así paso el tiempo hasta que margarita
se enamoró de Antonio entonces, la costumbre que ellos tenían era de regalarle
una tabaquera al futuro novio.
Y las
costumbres de los chicos era de llevar su tabaco picado en una bolsitas para la
cachimba ; así que todo estos regalos eran como un anillo de compromiso para
los pozucinos, como hoy el anillo de compromiso , que la mujer le entregaba al
hombre como una gran prueba de amor y ya que eran novios.
Así que Antonio se iba a casar así que tenía que hacer su casa para que
pueda vivir con margarita, tenía mucho que hacer para que toda la familia lo vea
sus actos y se casara con ella; al ver
este acto de ambos las personas que lo veían , se decían entre sí: Creo que ya
se casan, ya Antonio está haciendo su casa , indispensable fue, tener en donde
vivir y que comer no si tenía dinero, ya que en aquellos tiempos todos eran
pobres, sin azúcar, pan de trigo sin
azúcar y la luz que era solo mechero; mudo testigo del amor entre ellos.
De pronto llego el domingo en
donde el cura anunciaba diciendo: “desean contraer matrimonio” y allí decía los
nombres, Antonio y margarita. Y toda la gente se sorprendía. Otras se frotaban
las manos como diciendo de aquí a tres meses vamos a comer pachamanca y lo
mejor las salchichas, todo era alegría para ellos.
Las invitaciones y anuncios que ellos hacían
eran de tres meses ya que invitaban a todas las personas del pueblo, incluso diciéndoles;
que si no vienes al matrimonio yo me enojare contigo, así es que se invitaba a
todos.
Llego el día tan esperado para los dos , el
novio con camisa blanca y pantalón negro una rosa roja incrustado en el lado
izquierdo de él; mientras que la novia margarita estaba vestida de de un
vestido blanco con coronas de flores blancas , es allí en donde entraban a la
iglesia acompañados, y el momento de la declaración de amor , se escuchaban dos
dinamitazos en los cerros de pozuzo, terminase el matrimonio todos se marchaban
a la casa de los recién casados para degustar de todos los preparativos ,
Antonio se sentía muy feliz de todo esto.
Todo el día lo pasaba celebrando,
terminando la hora del almuerzo, era el
baile de los novios acompañado con las parejas y sobre todo con música alemán,
ya que bailaban las rancheras, valses, polkas. Hasta la cena, que sorpresa para ellos ese día
no era la luna de miel si no que la mirada de los mamas estaba por todos ellos
dos. La noche que pasaban era con las luces
y faroles; todos bebían, comían cuanto podían hasta el amanecer, en
donde era el desayuno para los valientes que resistieron hasta el amanecer. Y
se daba ese día el traslado de todas las cosas, a la nueva casa, en do de ellos solos tenían que vivir y
formar una linda familia con muchos valores y principios.
Adaptado por Wuigles Ruiz Cabello
"LA VACA DE DON PANCHO"
Pozuzo una linda y hermosa tierra; en donde toda la gente
se reunía los domingos para la misa, terminado el acto la gente comentaban todo lo que ocurría durante la
semana; unos comentaban de las gallinas que ponían huevos, otros de lo que ocurría
en la familia, pero no falto uno que
conto diciendo que tuvo una vaca que tuvo cría, que cuando se ponía a ordeñar
este no soltaba la leche; si no que se
ponía de forma de una montaña sin querer
soltar la leche así que uno de los vecinos le recomendó que se subiese
encima de la vaca para que este no pueda levantar el lomo que su esposa ordeñe;
mientras el permanezca encima de la vaca.
Al llegar a casa el día siguiente: manos a la obra dijo a
su mujer y se fueron a ordeñar; pero ni bien él se subió la vaca pegaba unos
saltos que en ese mismo instante Pancho estaba en el piso; así que al intentar
dijo a su mujer que le amarrase los pies por debajo de la barriga de la vaca así
no se soltaría de ella. La esposa hizo
conforme lo ordenado ni bien terminado
la vaca pegaba unos saltos y Pancho no soportaba estar arriba ya que le dolía
la cabeza de tanto golpear contra la casa y el trasero; así que ordeno a la
mujer a soltarle pero ella envés de soltar los pies de Pancho, soltó a la vaca;
en ese instante la vaca corría llevando
a Pancho encima de ella, el muy asustado pasaba por la iglesia san José;
y de pronto salía el cura después de haber terminado el sermón y le pregunta.
¿A dónde vas Pancho? Y el fulano todo adolorido responde: eso pregúntale a la
vaca, yo solo voy encima de ella sin poder salir. Y detrás de Él su esposa corría
pidiendo auxilio a los vecinos, en esos tiempos Pancho vivía en esos tiempos
por el estadio chama. Tanto fue la preocupación de la señora que consiguió
ayuda de los vecinos y lo rescataron a Pancho por el torreón de la ronda en la
colonia.
Cuento adaptado por Wuigles Ruiz Cabello
FERNANDO EL CAZADOR
DE PECES:
Había una vez un muchacho llamado Fernando a quien era un muchacho muy trabajador. Él
vivía en la selva y él era muy famoso porque vendía unos hermosos peces. Así se
ganaba la vida. Toda la gente pensaba que el tenia buena suerte en la pesca
porque otros pescadores nunca sacaban nada.
Entonces
él se iba a pescar siempre con su atarraya y anzuelos, pero nadie sabía que
dentro de sus cosas llevaba también unas dinamitas para atraparlos más raído,
Cuando regresaba tenia su atarraya mojada, así le hacía creer a la gente que el
pescaba sin hacer daño a la naturaleza.
Así
que su ambición por el dinero crecía más y más; así que en cada tirada de los
dinamitas mataba aproximadamente 200 peces entre grandes y pequeños, ya que el
solo se llevaba los grandes para venderlos.
No
paso mucho tiempo en que un día muy hermoso, con el sol muy precioso decidió ir
a pescar en ese entonces era las 11 de la mañana. El sol daba su máximo
destello en que él se acercó al pozo en donde vio saltar unas preciosas y
grandes chupadoras,
(
el río se llamaba Pozuzo).
Entonces
no espero más y preparo el tiro base de dinamita. Y para más valor ´prendió su
cigarro y cuando estaba por terminar el cigarro decidió prender la mecha con su diminuto cigarrillo; pero el
brillo del sol le impidió ver que la mecha había encendido al máximo contacto y
tardíamente reacciono. Entonces desesperadamente reacciono y lanzo la dinamita al pozo pero
lamentablemente exploto en la mano volándolo por completo.
Fue
muy buena la suerte de Fernando que en ese mismo instante, apareció un hombre
llamado Lacerío que también estaba pescando muy cerca ya que El escucho los
gritos de Fernando y en ese mismo instante lo llevo al hospital en donde lo salvaron la vida, a pesar de que
quedo manco. Con todo esto decidió
reconocer su error que tanto daño había causado al ambiente; paso eso ya sano
de la triste realidad comenzó otro trabajo,
que era muy hermoso pues el comenzó a pintar hermosos paisajes con la
mano izquierda que lo quedo , pues posteriormente se hizo muy famoso por ese
trabajo.
Además
de ello el pueblo aprendió que pescar con dinamitas en un acto indebido y
altamente riesgoso para la naturaleza y la vida.
EL CARPINTERO ASTUTO
Pozuzo
era un lugar muy lejos de la capital, la única colonia austro alemana en la
selva central del Perú.
Corrían
los años 1990 y Pozuzo era un pueblo muy
pequeño y no habían ninguna tienda o bodega, pero si habían muchos hombres que
tenían la habilidad de eso si no que no tenían mucha economía así que un colono
llamado German Egg ya que él era un hombre muy apuesto y muy cristiano; dicho
señor decidió abrir una tienda en donde
el ganaría dinero con ello , para eso el decidió contratarlo a un amigo, dicho
señor se llamaba Carlos Kroll y lo contrato para que construyese el primer piso
de la casa de la Maestra Carolina Egg , bueno comenzó a construir Carlos , hasta que a cabo
de dichos meses el termino la construcción y ya estaba listo el espacio para el
cuarto , entonces German Egg lo lleno la tienda de abarrotes y dulcerías , pero
aparte de ello también vendía aguardiente ; y al señor German lo encantaba la
bebida de los dioses.
El muy astuto
hombre lo que hizo fue dejar una puerta falsa que contaba de un tablón ancho al
cual don Carlos lo puso un seguro para que no se cayese la tabla y el entrara y
saliera cuando se le daba la gana.
La puerta
principal estaba echado llave con candado pero en seguro de la puerta
falsa constaba de una trabilla a la
parte fuera. Así paso mucho tiempo y Carlos cuando se le daba la gana entraba a
la tienda a tomar el aguardiente; así
paso mucho tiempo hasta que dicho seguro ya se estaba dañando con el uso del
tiempo y para más peligro cuando el entraba a la tienda a veces se cerrada la
puerta falsa por si solo; El viejo un día entro, serró la puerta y “Tran” se serró
la trabilla fuera quedando el viejo encerrado dentó de la tienda.
Y lo peor
de todo es que él ya se había tomado y como estaba poco mareado el cerebro no
le daba para solucionar problemas por lo cual el viejo pensó:
¡Ya que
me encerré me emborrado de una vez bien;
X k nunca volveré a tomar gratis!
Así dijo Carlos. Además sabía que era la última vez que tomaba gratis.
Al día
siguiente German egg llego como a las
10:00 a.m. abrió el candado y empujo fuerte la puerta y sentía que algo
empujaba por fuera tremendo susto se dio
German cuando vio a su tío Carlos como muerto tirado en el piso; así que lo movió
y se dio cuenta que él estaba borracho y
a duras penas lo levanto a la silla. En donde se despertó el viejo y le dijo a
su sobrino: ¡basta ya! ¡Basta ya! No quiero más trago:
Autor: WUIGLES
RUIZ CABELLO
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